La mayoría de las mujeres de mi familia sufrimos de una pésima circulación y, por lo mismo, casi todas hemos tenido várices en las piernas. Recuerdo que mi primer várice me apareció en la universidad, era una venita morada diminuta, pero con el paso de los años, no solo se hizo más grande, sino que mis piernas se llenaron de várices de todos los tamaños posibles.
Lo anterior me generaba tanto complejo, que opté por tirar faldas, vestidos y cualquier prenda que pudiera dejar al descubierto mis piernas llenas de várices. Probé distintas cremas y productos comerciales que prometían eliminar las várices, pero ninguno me funcionó.
Las várices o venas varicosas son, de acuerdo con especialistas de Mayo Clinic, venas retorcidas y agrandadas. Su principal causa es pasar varias horas de pie y caminar con una postura erguida, pues esto aumenta la presión en las venas de la parte inferior del cuerpo.
Y aunque a veces, estas «arañitas» moradas en las piernas son solo un problema estético, en algunos casos pueden causar dolor, malestar y otras complicaciones.
Factores de riesgo de las várices
Los principales factores de riesgo, según especialistas de Mayo Clinic, son:
- Embarazo
- Antecedentes familiares con várices
- Sobrepeso u obesidad
- Estar de pie o sentado por periodos prolongados
- Edad avanzada
- Ser mujer
Una de mis tías me pasó el tip de usar medias de compresión y, pese a que sí me ayudaron a reducir el dolor y a prevenir la aparición de nuevas várices, no me ayudaron del todo a eliminar las que ya tenía.
Cansada de que nada me funcionara para reducir las várices en mis piernas, me pasó por la cabeza el láser, sin embargo no era un procedimiento tan accesible.
Resignada a quedarme con las várices, me topé la buena suerte de que una de las mejores amigas de mi mamá había logrado librarse de las várices de sus piernas, nada más y nada menos que con una pomada casera. La probé y al mes noté el mega cambio en mis piernas.
Por eso hoy te quiero compartir cómo preparar esta pomada de ajo y limón para reducir las várices en un mes. ¡Amarás su efecto!
Necesitas:
- Jugo de 1 limón
- 10 dientes de ajo
- 200 ml de aceite de oliva
- 100 ml de gel de aloe vera
- 20 gotas de aceite esencial de romero
Preparación:
Pela los ajos, tritúralos y vierte en un frasco de vidrio. Agrega el jugo de limón, el aceite de oliva, tapa y deja reposar durante 21 días en un lugar de tu casa donde no pegue el sol. Transcurrido este tiempo, cuela el líquido y mezcla con el gel de aloe vera y el aceite esencial de romero hasta obtener una pasta homogénea.
Uso:
Aplica esta pomada de ajo y limón para reducir las várices antes de acostarte, envuelve con vendas y deja actuar toda la noche. Al día siguiente, retira las vendas y enjuaga con agua tibia.
Hazlo diario y en un mes las várices serán prácticamente imperceptibles, ¡qué esperas para preparar esta pomada de ajo y limón para reducir las várices en un mes! Ya tienes el paso a paso, así que ¡manos a la obra!
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