El bicarbonato de sodio tiene diversos beneficios para la salud. Sus propiedades ayudan a exfoliar, blanquear y regular el pH de la piel. Por eso es considerado un excelente aliado de la belleza.
Su poder exfoliante elimina las células muertas y evita la aparición de arrugas, además, mantiene la piel tersa y firme. Tiene un efecto similar al del botox, ¡y es natural!
De acuerdo con la Clínica Mayo una crema o remedio antiarrugas “puede suavizar el aspecto de las misma, según la frecuencia con la que la uses, el tipo y la cantidad del ingrediente activo y el tamaño de las arrugas que quieres tratar”.
Prueba esta mascarilla de bicarbonato para evitar las arrugas:
Ingredientes
1 cucharada de bicarbonato de sodio
1 cucharada de aceite de coco
Preparación
Mezcla los ingredientes hasta obtener una especie de crema.
Modo de uso
Aplica en movimientos circulares sobre la piel limpia después de utilizar un tónico. Deja actuar por 15 minutos y retira con abundante agua.
Recomendaciones para cuidar tu rostro y cuello:
Protege la piel del sol
Usa cremas humectantes
Mascarilla de bicarbonato para piel grasa
Este tratamiento sirve para exfoliar, humectar y regenerar la piel. Los ingredientes son fáciles de conseguir y la preparación solo te llevará unos minutos.
Ingredientes
3 cucharadas de bicarbonato de sodio (30 g).
3 cucharadas de agua mineral (30 ml).
El jugo de ½ limón. 4 gotas de aceite de oliva, almendras o lavanda.
Preparación
En un recipiente coloca el bicarbonato de sodio.
Vierte de a poco el agua mientras remueves, con el fin de formar una pasta.
Exprime el limón y agrégalo a la preparación.
Por último, vierte las gotas del aceite esencial de tu elección.
Aplicación
Lava la cara con agua tibia y seca levemente dando suaves golpecitos con una toalla.
Esparce la mascarilla con movimientos circulares por todo el rostro (evita el contorno de los ojos).
Si notas un poco de escozor en los granitos no te preocupes, es normal.
Deja actuar 20 minutos y retira con abundante agua tibia.
Mascarilla de bicarbonato para piel seca
Esta receta es similar a la anterior pero, en vez de limón, le pondremos miel.
Ingredientes
3 cucharadas de bicarbonato de sodio (30 g).
3 cucharadas de agua mineral (30 ml).
1 cucharada de miel (25 g).
4 gotas de aceite de oliva, almendras o lavanda.
Preparación
En un recipiente coloca el bicarbonato de sodio y añade de a poco el agua.
Cuando hayas obtenido una pasta homogénea, incorpora la miel (si es líquida, mejor).
Agrega el aceite esencial que prefieras y remueve.
Aplicación
Con el rostro limpio y levemente seco, coloca la mascarilla con mucha suavidad para no irritar.
Espera 15 minutos y retira con agua tibia.
Puedes aplicar una crema hidratante (la que uses habitualmente) o bien un par de gotas de cualquier aceite esencial.
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